Recibamos el Día de la Misericordia
Hola, ¿cómo están?,
Mañana celebramos en todo el mundo el Día de a Divina Misericordia. Gracias a la fidelidad y entrega de una sencilla religiosa que murio en Polonia en 1938 a los 33 años de edad (Sata Faustina Kowalska), y también a nuestro querido Juan Pablo II, ahora, en toda la Iglesia, podemos unirnos para pedir a Dios su Misericordia. Efectivamente, Dios es Clementísimo y su Misericordia es infinita. Le basta un acto de contrición sincera de nuestra parte, para perdonarnos todos nuestros pecados. Es un Dios que perdona ¿No es maravilloso? "Deus cui proprium est miserere semper et parcere". Dios, de quien es propio siempre tener misiricordia y perdonar... Unidos, y escuchando atentamente lo que el Señor nos quiere decir en estos tiempos, a través de nuestra hermana, Maria de la Divina Misericordia, podemos terminar la Novena -que seguramente todos habremos hecho con piedad y deseos de agradar a Dios-, acudiendo con confianza a la Misericordia de Dios: "por tu dolorosa Pasión, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero". También podemos dirigirnos a Nuestra Señora: María, Madre de Misericordia -como le decimos en la Salve-, Vida, Dulzura y Esperanza nuestra, ruega por nosotros.
Dios bendiga abundantemente a todos los que formamos parte de este grupo de oración, y al mundo entero.
Les envío un cariñoso saludo,
P. Víctor