Más Oraciones

 

Oración a la Divina Providencia

(Rezarla cada 1° del mes)

Divina Providencia (Padre, Hijo y Espíritu Santo),
Humildemente vengo a darte las gracias por los infinitos bienes con que tu Divina Providencia me ha colmado.

Ingrato sería si no viniese a rendir este justísimo acto de gratitud.

Acéptalo no sólo por mí, sino por mis familiares que abundan en su reconocimiento a la prodigalidad de tu bendita y Sacrosanta mano. Pidote rendidamente por todos mis bienhechores, por todas las personas, que en tu infinita Gracia, han intervenido proporcionándome los medios de subsistencia, socórrelos y protégelos. A mí, hazme digno de tu protección, iluminándome con la antorcha de la fe, para que mientras sea peregrino de este mundo, constantemente pondere tu grandeza.

Acepta todos los trabajos y sacrificios que tenga en este mes, los que anticipadamente te ofrezco y que en tu nombre llevare con resignación.

Dame Tu Santísima Bendición en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Tu Divina Providencia se extienda a cada momento, para que nunca nos falten: casa, vestido, sustento, y los últimos Sacramentos (3 Veces)

* Rezar un Credo por todas las ánimas del Purgatorio.

 

 

 

Oración al Espíritu Santo

RESPIRA EN MI

(S. Agustín)

Respira en mí,  oh Espíritu Santo, para que mis pensamientos puedan ser todos santos.

Actúa en mí, oh Espíritu Santo, para que mi trabajo, también pueda ser santo.

Atrae mi corazón oh Espíritu Santo, para que sólo ame lo que es santo.

Fortaléceme, oh Espíritu Santo, para que defienda todo lo que es Santo.

Guárdame pues, oh Espíritu Santo, para que yo siempre pueda ser santo.

 

 

 

   

ALMA DE CRISTO

Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que en compañía con tus ángeles y santos te alabe.

Por los siglos de los siglos. Amén.

 

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MEMORARE

Acuérdate, ¡oh piadosísima Virgen María!

que jamás se oyó decir, que ningúno de los que han acudido a tu protección,

implorando tu auxilio, haya sido desamparado.

Animado de esta confianza, a Vos también acudo,

oh Madre Vírgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados,

me atrevo a comparecer ante Vos ¡oh Madre de Dios, no desecheis mis súplicas;

antes bien, escúchadlas y acógedlas benignamente.

Amén.

 

 

 

***ORACIÓN MUY MILAGROSA A LA VIRGEN MARIA PARA PEDIR IMPOSIBLES***
¡Oh María, Virgen Soberana,
gloria de los justos,
Hija humildísima del Padre,
Madre Purísima del Hijo,
esposa amadísima del Espíritu Santo!

Yo te amo y te ofrezco todo mi ser
para que lo bendigas;
María, llena de bondad y clemencia,
me acerco a ti y te invoco
en estas horas de amargura
para implorar tus favores.

Madre admirable,
Madre de la divina gracia,
verdadero consuelo del que llora,
abogada dulcísima de los pecadores,
presencia de Dios constante,
ten piedad de todos aquellos a quienes amo;
y por tu Inmaculado Corazón,
Sagrario y Templo de la Santísima Trinidad,
asiento de tu poder,
trono de sabiduría y océano de bondad,
alcánzanos que el Espíritu Santo
forme en nuestro corazón
un nido en que repose para siempre.

Alcánzame lo que tanto me hace falta,
lo que con todo el fervor de mi alma te pido,
por los merecimientos de Jesús y los tuyos,
si es para gloria de la Trinidad Santísima
y bien de mi alma.

Acudo a ti como poderosa intercesora
para pedirte por esta muy difícil necesidad,
por este imposible problema
que tanta desesperación me causa
y que me resulta inalcanzable por mis débiles medios:

(hacer la petición con inmensa confianza)

y, aunque para mi es casi imposible de conseguir,
en tu mano esta el concedérmela,
y de este modo pueda yo ver resueltos
las dificultades, preocupaciones y dolor
que me provocan esta situación angustiosa.

¡Virgen Santa, noble reina de los ángeles,
Esposa del Espíritu Santo,
acuérdate de que eres mi Madre!,
Tú que nos pones en comunicación con tu Hijo,
que nos das los medios para llegar al Altísimo,
te imploro presentes mis peticiones
para que reciba urgente auxilio.

Dulce María, madre amada mía,
líbrame de los enemigos de mi alma
y de los males temporales que me acechan en la vida,
a ti sean mis afectos de gratitud y devoción.

María, Santa Señora,
ruega por todos nosotros a tu Santísimo Hijo,
nuestro señor y Maestro. Amén.

Luego rezar la Salve, Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Repetir la oración durante tres días, por la mañana y por la noche.

 

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"Oración unida a Los Latidos del Corazón de Jesús"

Récese todos los días: En el nombre del Padre etc., Acto de Contrición...


¡Oh Jesús!

yo os pido humildemente me concedáis la gracia de salvar un alma por cada latido de mi corazón,

unido a los latidos del vuestro y a los del Corazón Inmaculado de vuestra Santísima Madre.

Os lo suplico por vuestra Preciosa Sangre y vuestra Divina Misericordia,

salva las almas, sálvalas Señor.

 

(Padre nuestro, Ave María y Gloria)

Extraordinaria promesa de Cristo
“Si me piden salvar un alma por cada latido de su corazón, se lo concederé a quien me lo pida”(Mensaje del Señor a los Siervos del Divino Amor, año 1976).
Nota explicativa: Esta Oración es válida sólo durante 24 horas, y se refiere a la salvación de almas que aún viven. No es aplicable, por tanto a las almas del Purgatorio. (Con licencia eclesiástica)

 

Oración a la Señora de todos los pueblos

                  (Revelaciones reconocidas en Amsterdam  a Ida P. -37. Visión del 11/2/1951)

 

SEÑOR JESUCRISTO,

HIJO DEL PADRE,

MANDA AHORA TU ESPÍRITU SOBRE LA TIERRA.

HAZ QUE EL ESPÍRITU SANTO

HABITE EN EL CORAZÓN DE TODOS LOS PUEBLOS,

PARA QUE SEAN PRESERVADOS DE LA CORRUPCIÓN,

DE LAS CALAMIDADES Y DE LA GUERRA.

QUE LA SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS,

LA SANTISIMA VIRGEN MARÍA, SEA NUESTRA ABOGADA.

AMÉN.

 

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Jaculatorias

  • Jesús nuestro Salvador ordenó a Sor María Faustina que escribiera, y la rezara con frecuencia, esta pequeña jaculatoria:  "Oh Sangre y Agua, que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros,  en Ti confío".
  • “Jesús manso y humilde de corazón, haz nuestro corazón semejante al tuyo”.
  •  “Sagrado Corazón de Jesús. En Vos confío”.
  • “Jesús de la Misericordia, Yo confío en Tí”.